La afinación correcta para la interpretación histórica es uno de los problemas mas discutidos a la hora de interpretar. Es normal que se quiera buscar un criterio base para acercarse mas la interpretación a la época, pero esto, como veremos después, no es siempre posible.
Los cánones o convenios actuales son los siguientes:
Para renacimiento, generalmente se suele afinar a la misma frecuencia que se toca el barroco, es decir 415 Hz. Para barroco el convenio para la construcción de instrumentos es 415.
El clasicismo tiene, quiza, mas problema. El convenio no demasiado utilizado de la afinación clásica suele ser 430 Hz. Aunque es cierto que las grandes orquestas actuales afinadas a 440, y ultimamente, 442, no cejan en su empeño de interpretar a los grandes del clasicismo con su afinación estandarizada. Por tanto la gran mayoria de obras clásicas suelen estar en afinaciones mas elevadas al convenio. De hecho, quiza si escuchasemos cualquier obra de Haydn o Mozart a una afinación de 430, nos parecería desprovista del brillo al que nos han acostumbrado a escuchar.
Para obras decimonónicas y del siglo XX, la afinación esta estandarizada en 440 Hz. Aunque ultimamente, como ya he dicho, está cambiando a 442.
Vamos a intentar ahora someter a crítica estos convenios de afinación.
La afinación correcta del renacimiento es algo complicado. Tenemos algunos tratados de afinación de Vihuela, cuya correcta afinación, consiste en tensar la primera cuerda del instrumento, hasta que este a punto de romperse. Una vez este tensada, se le da un fuerte tirón y en base a esa afinación se afinan el resto de cuerdas.
Desde luego no es demasiado sutil, pero tampoco es un caso aislado este tratado. Tenemos algunos instrumentos de viento madera que parecen estar afinados cerca del 446. Sabemos tambien, que a lo largo del s. XVI algunos compositores se quejaban de la altísima afinación de algunos instrumentos de cuerda, culpable de que la rotura de muchas cuerdas de tripa durante las interpretaciones(Quiza incluso mas alta a 480 Hz.).
El caso barroco es mas extenso. En el barroco francés se intenta estandarizar la afinación, afinando los instrumentos en base a los órganos ya construidos. Encontramos, gracias a esto, una cantidad considerable de organos e instrumentos de viento afinados conforme a ellos a 415. De lo que suponemos que vendrá el convenio. De todas formas, se han encontrado instrumentos barrocos franceses afinados a 390 Hz, por lo tanto no era para nada absoluto.
En el barroco alemán, las afinaciones solían estar mas altas. En la Alemania de s. XVII, existen numerosos pruebas de una afinación base de 465. El organo de Leipzig, tan fomoso, estaba afinado en la epoca a 480, al igual que otros muchos. Existe un diapasón, atribuido a Handel, afinado cerca de 422. Desde luego, salvo este ultimo ejemplo, los indicios nos hablan de afinaciones mas elevadas al convenio.
En el barroco italiano, se dice que prolongaron las afinaciones renacentistas, así que podríamos hablar de afinaciones brillantes que concuerdan con la idea del barroco italiano.
El clasicismo tienen tambien bastantes variantes, pero todas están comprendidas entre 400 y 450, por ello, imagino que algo intermedio (430 Hz.) será el convenio correcto.
En el s.XIX la cosa se expande. Ya encontramos las primeras conferencias internacionales del tono, asi como las primeras investigaciones acusticas. Destacaremos el llamado tono "frances" o tono internacional establecido en la Conferencia Internacional de tono, Viena, 1887, (435 Hz), diapasón de la Scala de Milán (451 Hz. a mediados del s. XIX), la afinación correcta de la música de cámara alemana a 444 Hz, y la afinación filosófico-cientifica a 430,54 Hz, entre otros.
En el s. XX la organización mundial de la estandarización (ISO) cifró el cannon en 440 Hz en el año 1955.
Por tanto, podríamos sacar las siguientes conclusiones:
- 415 Hz. es quizá demasiado sobrio para el renacimiento. Una afinación mas alta sería mas conveniente.
- El canon barroco está correcto en el caso del barroco francés, dificultando al alemán e italiano (Y probablemente, al español) que habrían de ser mas altos y brillantes.
- El canon del clasicismo es algo intermedio. Algo asi como una media de las afinaciones de la época. De todas formas, vuelvo a decir, que las orquestas contemporaneas tocan todos los dias a los grandes clásicos a 440 y a 442 Hz.
- El romanticismo y posteriores tienen afinaciones excesivas, pero es cierto que de media podríamos hablar de cerca del 440.
Sacadas las conclusiones abro una pregunta:
¿Es necesaria la correcta afinación histórica para la consecuente interpretación de la época? ¿Hasta que punto creéis que son perjudiciales los cánones adoptados?
La siguiente entrada hablará sobre las distintas respuestas a estas preguntas. Espero que el debate de de sí.
Un saludo.
Arcangelo Dudevant
Realmente es interesante una interpretación fiel en todos los sentidos, en cuanto a la afinación, no es factible. Se ha tenido que recurrir a fijar una afinación aproximada. (415 y 430). La afinación se regía por zonas, cortes..etc. No había tanto intercambio musical como tenemos ahora (no digo en absoluto que no lo hubiese) y por tanto no había un exceso de necesidad de fijar afinaciones. Ahora es necesario ya que un intérprete no puede disponer de tantísimos instrumentos para amoldarse a tantos cambios.
ResponderEliminarGeorge Sand
Entonces, para comodidad, ¿Por qué utilizar un convenio atendiendo al modelo francés de 415 Hz.?
ResponderEliminar¿No sería mejor, afinar todo a una misma frecuencia, 440, para evitar incomodidades?
La cuestión es un tanto compleja, toda vez que las proporciones de los instrumentos y sobre todo los tamaños, que sirven de base para las reproducciones, fijan en el caso de los de cuerda una afinación de la caja y una idónea resonancia de la misma en determinada altura. También la tensión en mayor o menor grado de las cuerdas (determinada por su grosor y por como sea estirada en la afinación), puede ahogar la resonancia del instrumento si este es tan liviano como normalmente eran los franceses.
ResponderEliminarLa viola da gamba da buena cuenta de ello, ya que fuera de determinadas tensiones que resultan cómodas para el instrumento, el grosor de la cuerda se puede perder y o bien ahogar la tabla armónica por exceso de tensión, o perder la capacidad de vibrar bien la cuerda cuando esta es demasiado fina si se piensa en un diapasón excesivamente alto. Normalmente la viola ofrece un buen comportamiento en relación al tiro entre 3,92 y 440. De ahí en adelante, medio tono más obligaría a poner cuerdas demasiado finas para no ahogar la vibración (lo que las haría sonar muy chillonas) o si fueren demasiado gruesas para esos diapasones, por ejemplo los italianos superiores a los 500hz, las cuerdas no aguantarían ni media hora de tocar.
Saludos de Xurxo.